Mi Seat Seiscientos
Este coche es todo un clásico que destaca entre la multitud, y me enamoré de él en cuanto lo vi. Cuando lo compré ya sabía que me iba a dar mucho trabajo, porque había que restaurarlo de pies a cabeza... ¡pero eso es lo divertido!
Naturalmente, este proyecto requería un enfoque completamente distinto del empleado en el Peugeot En este caso no se trataba tanto de tunear lo que ya había, sino más bien de intentar encontrar los
recambios adecuados para las piezas que estaban ya en las últimas o habían quedado completamente inservibles.
Quité el óxido de la carrocería, y a continuación la alisé, la pulí y le apliqué una capa de base. Después, me puse a buscar todos los recambios necesarios para que el motor volviera a funcionar
perfectamente. Tuve que hacer una limpieza a fondo debajo del capó, y sólo entonces puede empezar a desmontar el motor propiamente dicho y a repararlo con las piezas nuevas que había comprado. Cuando
terminé, puse un acolchado y un tapizado nuevo en los asientos y, naturalmente, pinté toda la carrocería. En total, he tardado dos años en dejarlo como está ahora.
Estoy especialmente satisfecho con cómo ha quedado mi proyecto, precisamente porque he tenido que invertir mucho tiempo y mucho esfuerzo en él. Mi coche incluso ha ganado premios en encuentros de
coches clásicos, y estoy tremendamente orgulloso de lo que he conseguido.